Me hiciste reina de tus ruinas,
dueña de tus silencios
y culpable de tus lágrimas.
Me hiciste pasajera permanente
en el avión de tus piernas.
Me hiciste turista en tus labios
con pase VIP a tus besos.
Me hiciste astronauta
en la constelación de tus lunares.
Me hiciste ser música y aire.
Os agradecería que os pasarais por el blog de un
amigo, Henri, os aseguro que no os defraudará: